 Informe  especial de abrazo de cuatro patas sobre las PUPPY MILLS DE Bogotá  Colombia.
Informe  especial de abrazo de cuatro patas sobre las PUPPY MILLS DE Bogotá  Colombia. 
1. El día de 2 de julio de 2008 mi esposo compro  una perrita  raza beagle tricolor de dos meses, nacida el 4 de mayo en una tienda  de la AVENIDA  CARACAS EN BOGOTA.
2. La perrita a  quien llamamos Matilda, presentaba buen ánimo y actitud, pero desde  el día siguiente a su compra comenzó a presentar deposición cremosa.
3. Preocupados por  lo anterior la llevamos a la tienda el día 3 de julio a las 6y30 pm  y allí nos dijeron que era normal debido a que estaba siendo desparasitada,  pues ellos nos entregaron dos frasquitos con dos sustancias que le teníamos  que dar por 3 días, para desparasitarla. Recuerdo claramente que la  Sra. vendedora me dijo que le diera suero para que se pusiera más bonita.
4. Nosotros felices  con la cachorrita, creímos en lo que nos dijeron pero el día 7 de  julio Matilda perdió el apetito y su diarrea se intensificó.
5. El 8 de julio  llamamos nuevamente a la tienda para informar tal situación a lo que  nos respondieron que le diéramos un anti diarreico, lo cual no fue  respuesta adecuada para nosotros.
6. El 9 de julio  la llevamos a la clínica veterinaria después de revisarle nos dieron  un pre diagnóstico de distemper canino o moquillo pues presentaba los  síntoma tales como: diarrea, falta de apetito, decaimiento, sueño,  granitos en la barriguita. Para él según su experiencia de 20 años  todo apuntaba  un moquillo.
7. Ese día entendimos  que nos habían engañado, que no iba a ser fácil y que las posibilidades  de nuestra Matilda no eran muchas. Sin embargo ese día comenzamos una  lucha diaria y minuto a minuto por salvarle la vida pues ella nos conquistó  con sus ojitos y sus ganas de querer jugar a toda hora a pesar de su  condición. Y entendimos que era nuestro deber hacer todo por ella.
7. Decidimos con  toda la fe en Dios y la confianza en el médico ponerla en tratamiento  con él, el cual consistía en subir sus defensas para que luchara contra  la enfermedad y efectivamente se le suministraban medicamentos tanto  homeopáticos como tradicionales a fin de lograr sacarla adelante.
8. Paralelo a lo  anterior de le practicaron exámenes de laboratorio donde le encontraron  huevos de tenia y quistes de giardia, para lo cual también le formuló  lo pertinente.
9. Aplace todas  mis actividades laborales para atender a Matilda pues en el apto solo  vivimos mi esposo y yo y él si cumple horario laboral pues trabaja con  el Estado. Cuando tenía que salir no me demoraba y contaba los minutos  para llegar a verla y esperaba encontrarla bien.
10. Continuamos con  el tratamiento y ella estaba bien dos días y dos días mal, le cambiamos  el concentrado por uno mejor, yo le hacía calditos de pollo y le fascinaba,  se volvía loquita con sentir solo el olor. Subía y bajaba de peso  en forma impresionante, tenía que darle sus gotas y el suero cada hora  con una jeringuita. Perdí la cuenta de cuantas botellas de suero pedialyte  le dimos. Teníamos que llevarla día de por medio al consultorio.
11. El 16 de julio  el médico le inyectó suero para que le llegara más directo y le aplicó  sus medicamentos.
12. El 18 de julio  estuvo a punto de morir pues casi que nos toca aplicarle la inyección  debido a su condición de debilidad tan crítica, ya no nos respondía  a nada pero cuando llegamos al médico esa tarde nos dio luz de esperanza  y nos dijo que lucháramos un poco más. Desde ahí le pasamos la casita  a nuestro cuarto para darle más calor.
13 Le aplicó otras inyecciones y Matilda respondió en una forma impresionante,  comía y comía y no paraba de jugar y brincar y nosotros creímos que  ya habíamos despertado de la pesadilla y que solo faltaba que mejorara  su diarreíta pero no fue así.
14. A los 4 días la dicha se acabó, ella empezó de nuevo a ponerse  muy mal. Cabe anotar que nunca le paró la diarrea la cual era con sangre  y legaba a 8 o 10 deposiciones diarias.
15. Con el ánimo de consentirla decidimos que dormiría en medio de  nosotros envuelta en una cobijita y cuando quería ir al baño nos avisaba,  era tan considerada, como sería que despertaba a mi esposo, parecía  que entendía que yo estaba todo el día con ella. Obviamente pasábamos  unas noches terribles, no dormíamos casi vigilando que respirara bien  y teníamos que suministrarle el suero para mantenerla hidratada y las  vitaminas y demás.
16. Le dimos todo el amor que más pudimos, la pusimos en oración,  oramos por ella, y el amor que nació entre los 3 fue inmenso. Especialmente  entre ella y yo se generó una conexión tan fuerte, pues pasábamos  todo el día juntas y ella no se me despegaba ni un momento y me esperaba  a que terminara mis cosas para que la alzara y suspirar en mi hombro,  como si fuera su refugio. Doña Pilar yo lloro cuando cuento esto porque  como le dije yo nunca había tenido mascota y no sabía que podían  dar tanto amor es esa forma tan incondicional, Matilda me partía el  corazón cuando yo la veía hacer su popis con tanto dolor y con sangre  de su colita, yo pensaba no es justo que esto esté pasando, no es justo  que ella sufra, que le duela, ella no ha hecho nada malo y nosotros  no merecemos sufrir tanto.
17. El 26 de julio la llevamos por última vez donde el quien nos dio  un pronóstico muy reservado y le aplicó su medicamento. Debo resaltar  que siempre estuvo muy atento de Matilda y entregó todos sus  conocimientos  en función de ella.
18 El 27 de julio en la noche Matilda empeoró y ya no sabíamos qué  hacer....de repente se quedó quieta y por un momento creímos que había  muerto y como ya no comía nada y el suero no lo quería recibir, pensamos  que esa noche se nos iba, sin embargo esa noche estuvimos muy pendientes  de ella y decidimos hospitalizarla.
19. La interné en la clínica el lunes 28 de julio y me fui para mi casa  con el corazón partido pues ella se quedó llorando, como si supiera  que se acercaba el final.
20. Le hicieron toda clase de exámenes entre esos para el distemper  que salió positivo.
21. Mi esposo fue a visitarla el 30 a medio día y Matilda se emocionó  al verlo pero cuando él la alzó ella se quiso bajar, se puso muy mal  y empezó a convulsionar. Ahí nos dijo el Dr. Camilo de la clínica,  que el moquillo ya le había tocado su sistema nervioso.
22. El jueves 31 fuimos juntos a verla, la alcé y estaba temblando  de frío, pobrecita mi princesa, nos extrañábamos tanto...se quedó  dormida y la tuve alzadita como una hora...nunca olvidaré ese momento  pues fue la última vez que la vi viva y pude darle algo más de cariño.
23. El médico nos dijo que la lleváramos a casa al otro día, que  le compráramos fenobarbital para evitar las convulsiones y que era  posible que se salvara con los cuidados de la casa.
24. El 1 de agosto cuando ya estaba preparándole la casita y los jugueticos  para ir recogerla llamaron a mi esposo a decirle que acababa de morir  por una fuerte convulsión que no aguantó. Finalmente la enterramos  en un parque y le sembramos una matica. Muy duro, muy triste.
En 2 oportunidades llamamos a la tienda  manifestar la condición de  Matilda y nos dijeron que si era cierto,  que podían ver la posibilidad  de cambiarla por otro perrito como si fuera un objeto.
También dijeron que le habían dicho a mi esposo que la llevara pero  cómo pretendían eso si le dijeron que le diera un anti diarreico y  allí no hay veterinarios.
Esa es la historia de nuestra Matilda que nos enseño tantas cosas en  tan solo 1 mes, me dio una lección de fortaleza, de amor, de dignidad,  de ternura que nunca nadie me había dado, ni siquiera mi esposo pues  es un amor diferente y uno puede entenderse con las palabras de los  humanos, yo no sabía que era eso y mi Matilda me lo enseñó, con una  mirada, con un gesto ,con una travesura de las pocas que hizo, con la  forma como me demostró que me quería.
A pesar de lo triste que fue esta experiencia le doy gracias a Dios  por habernos permitido tener a Matilda en la casa y sacarla de ese infierno  donde muy seguramente la hubieran botado a la basura. 
En estas tiendas la “garantía” de los perros dura tan solo tres días al cabo de los cuales presentan síntomas de moquillo o parvovirus a pesar de tantas denuncias y testimonios como este, la gente sigue comprando perros en la caracas muchos de estos sitios no tienen el suficiente control de la Secretaria de Salud la cual no ve la necesidad imperante de visitar y ejercer un control eficiente que evite la venta indiscriminada de cachorros.
Los perros y gatos no son objetos nos son cosas son seres vivos y cuando son bebes al igual que los bebes humanos se enferman y por ello requieren vacunas y cuidados. Nos queda como arma poderosa la concientización la divulgación que lleve un mensaje claro sobre este grave tema que implica sufrimiento y dolor para muchos animalitos: NO COMPRES UNO DE RAZA ADOPTA UNO SIN CASA. 
 
 
2 comentarios:
Hola!
En primer lugar, siento mucho la muerte de Matilda, era muy bonita y es verdad que los animalitos te enseñan cosas.
Me solidarizo contigo porque yo paso por una situacion parecida.Mi nombre es lorena y tengo un perrito llamado Pistacho. La persona que nos lo regalo, unos meses despues de perder a mi papá, lo compro tambien en una tienda de chapinero. Pistachito a los dos dias de estar en casa tuvo diarrea, vómito y sus deposiciones eran de color amarillo, lo llevamos a la tienda y nos dieron plasil y seguimos con el plan de vacunas y desparasitacion. Pistacho siguio igual por dias que luego se volvieron semanas, nos recomendaron seguir con el plasil y una dieta ligera, calditos, arroz blanco etc. Era obvio que en la tienda no iban a hacer nada, y buscamos la opinion de varios veterinarios, el ultimo que consultamos al parecer dio con el problema: Pistacho nacio con el higado pequeño, un problema congenito que lo obliga a una dieta especial y a controles medicos frecuentes, eso explica el color de las deposiciones y que a veces vomitara. El ahora esta bien, sigue su dieta juicioso y ya no vomita. aunque temo que no tendra una vida tan larga como los demas perritos, me siento muy afortunada de que aun este conmigo, es como un hermanito. Es realmente indignante la situacion de estos animalitos en aquellas tiendas, nada mas verlos alli, en esas jaulas, llorando hacinados me parece injusto e inhumano.
Un saludo
Lorena
Acbamos de vivir el mismo dolor, exactamente la misma historia, Bonnie era su nombre, una linda y tierna cachorra de golden, la cual recordaremos por siempre.
es una tristeza que estas personas en las tiendas vean en esto solo un negocio, sin ver el daño que le hacen a todas las familias con sus acciones.
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